El infierno se describe claramente en la Biblia. Si se rechazan las enseñanzas bíblicas sobre el infierno, hay que rechazar también las que enseñan sobre el cielo, porque aprendemos de ambos a partir de la misma fuente: la palabra de Dios. Y también debemos creer en la Biblia cuando dice que el infierno no se hizo para el ser humano; Mateo 25:41 dice que el fuego eterno fue preparado para el diablo y sus ángeles. Se creó para los fuertes y poderosos enemigos de Dios (Apocalipsis 20:10). Ese mismo pasaje dice que las personas condenadas irán allí, aunque contra la voluntad de Dios. El Señor se ha referido muy claramente a esto:
"Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis" (Ezequiel 18:32).
"Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad" (1 Timoteo 2:3-4).
"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 Pedro 3:9).
Desde este punto de vista podemos contestar que no, el infierno no es parte del plan amoroso de Dios para el ser humano. El deseo de Dios es que nadie vaya al infierno. La compasión de Dios hasta tiene un plan para que todos volvamos a él. Las consecuencias de rechazar ese plan son muchísimo más graves de lo que podemos imaginar. Los que se niegan a acogerse al plan de Dios, inmediatamente se convierten en aliados del enemigo de Dios, y tienen que ir a ese lugar que Dios preparó para su enemigo y sus seguidores.
En este sentido, aun el infierno procede del Dios amoroso. El amor a la verdad, a la justicia, a su pueblo, es lo que hace que Dios finalmente tenga que eliminar a sus enemigos. Si estos enemigos siguen actuando así, la creación siempre quedará un lugar de desorden, sufrimiento, y muerte.
Es el Dios de amor quien ha decidido que el infierno sea el fin de toda rebelión. Eso dejará que el orden, la paz, y la bondad vuelvan para todos los hijos de Dios. Eso es lo que Dios había planeado desde antes de la creación-que la gente deba vivir con El en un hogar eternal y perfecto, lleno de alegría (Efesios 1; Apocalipsis 21,22).
1. 
[Mateo 25:41] El fuego eterno (infierno) se hizo para...
2. 
[1 Timoteo 2:3-4] Dios quiere que todos se salven y que...
3. 
[2 Pedro 3:9] La voluntad de Dios es que nadie...