El compartir es una parte importante de la vida nueva en Dios. Hay una simple razón para esto. Dios, en su propia naturaleza, es tan cuidadoso que Juan dice, "Dios es amor" (I Juan 4:8). Juan también señala que el amor se expresa a sí mismo al dar (Juan 3:16).
"En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él" (I Juan 4:9).
Aceptar la vida de Dios significa compartir su amorosa naturaleza de dar.
"En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos" (I Juan 3:16).
¿Qué hace este tipo de amor cuando ve la necesidad material de un hermano? Se pone en acción para ayudarlo (I Juan 3:17-18). Los primeros cristianos nos dan un gran ejemplo. Escogieron dar generosamente, como Dios da (Hechos 2:44-45; 4:32-37; 11:27-30; II Corintios 8,9).
De la misma manera, el amor es activo al llenar necesidades espirituales. Los que están sin Dios enfrentan castigo eterno (II Tesalonicenses 1:6-9). Sólo al oír el Evangelio pueden creer y ser salvos (Romanos 10:17). Esta es la razón del por qué Jesús les dio la más grande misión de misericordia a su pueblo, a menudo se le llama "la Gran Comisión". Jesús completó el trabajo para salvar a todas las personas. Él sufrió, murió y se levantó en el evento del Evangelio. Ahora nos da la parte de servir y contar a otros las Buenas Nuevas, de manera que ellos puedan disfrutar su salvación.
"Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Marcos 16:15-16).
"Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mateo 28:18-20).
¿Ve cómo quiere alcanzar Jesús - a través de su pueblo - a toda persona de la tierra? ¿Ve el método que Jesús planeó para que lo usaran todos sus seguidores?
Comenzó con aquellos que oyeron primero a Jesús. Estos ayudaron a otros a llegar a ser "discípulos" a través de la fe, el arrepentimiento y el bautismo.
Estos nuevos discípulos aprenden mayor obediencia. Obedeciendo "todas" las órdenes de Cristo, ciertamente obedecen esta orden de Mateo 28:18-20.
Esto significa que hacen a otros discípulos - enseñándoles a obedecer - "todas" las órdenes de Cristo, que incluye aún a Mateo 28.
Estos discípulos más nuevos, obedeciendo Mateo 28, hacen más discípulos. Les "enseñan a obedecer "todas" las órdenes de Cristo, incluyendo Mateo 28. Y así sucesivamente.
¿Qué es lo que se debe enseñar a cada discípulo nuevo?
"Todo" lo que Cristo lo ordenó a los apóstoles. Así la misma Cristiandad, que Jesús primero planeó y construyó, debe continuar de generación a generación. Debe ir a los extremos del mundo, y al fin del mundo. Las palabras de la Gran Comisión guardan viva esta verdad inmutable: Jesús quiere sólo su propio tipo de Cristiandad. Tiene "toda autoridad" ¿Cuánta autoridad queda para que otros hagan cuanto cambio deseen? Debemos extender la cristiandad original de la Escritura (no otra forma posterior de "Cristiandad" hecha por hombres).
¿Quién debe pasar esta cristiandad original?
Mateo 28 muestra que toda persona que se convierte en discípulo debe convertirse en fabricante de discípulos. Esta Comisión es tan Grande que requiere de la iglesia entera. Cada miembro comparte las Buenas Nuevas (Hechos 8:4; Colosenses 4:5-6; Hebreos 5:12; I Pedro 2:9; 3:15). Como equipo de Dios, cada uno trabaja, usando sus papeles y habilidades especiales (Romanos 12:3-8; I Corintios 3:5-15; Efesios 4:4-16; I Pedro 4:10-11). Esto encaja en la enseñanza del Nuevo Testamento que cada miembro es un sacerdote de Dios (I Pedro 2:5,9; Apocalipsis 1:6).
¿Cómo se debe pasar esta cristiandad original?
Cristo usa a los discípulos. Es decir, usa a aquellos que continúan aprendiendo y obedeciendo. Los que comparten el Evangelio gracias a sus vidas cambiadas y sus palabras. (Algunos incluso envían cartas y lecciones - Lucas 1:1-4; Juan 20:30-31; Hebreos 13:22. Esta lección está en sus manos debido a que alguien se preocupa por usted). Los cristianos usan "todos los medios", que sean honrados y útiles, para ganar gente (I Corintios 9:22-23). Jesús planeó que los primeros mensajeros hicieran más mensajeros, que hacían más mensajeros, los cuales a su vez hacían más mensajeros...(Mateo 28; II Timoteo 2:2) A través de esta reproducción, este método multiplicador, la cantidad de obreros siempre se mantiene creciendo. En un tiempo relativamente corto cada persona de la tierra tendría oportunidad de oír estas Buenas Nuevas (Ver Colosenses 1:23).
Algunos preguntan, "Si este método es tan eficaz, por qué hay tantos que nunca han oído el evangelio?
EL PROBLEMA: Satanás cambia el mensaje. Muy a menudo los que están trabajando no están extendiendo la Cristiandad bíblica. Se multiplican bastante bien, pero no obedecen completamente el Evangelio. Algunos también esparcen evangelios falsos (Gálatas 1:6-10; 2 Corintios 11:4). Satanás también descorazona a los discípulos. Dice, "usted podría meterse en problemas por hacer esto. Deje el trabajo a alguien mejor". Muchos miembros no se dan cuenta de su parte en el plan de Cristo. Cada obrero es como un eslabón en una cadena viviente. Se pasa el Evangelio a lo largo de esa cadena de una persona a la siguiente. Cuando Satanás logra que un discípulo sea inactivo, quita un eslabón importante para otros. Corta a miles que deberían ser alcanzados a lo largo de esa línea multiplicadora del discípulo.
LA SOLUCION: ¡Escuche a Cristo! Vuelva a su evangelio y sus claras órdenes. Puede hacerlo porque el Evangelio ha sido guardado en forma segura y precisa para usted en el Nuevo Testamento. Si todavía no ha creído al Evangelio, mire más de cerca sus evidencias maravillosas. ¡Empiece a creer! Si no ha obedecido todavía el Evangelio, haga lo que sabe que es correcto. ¡Obedezca el Evangelio! Si ha entrado en Cristo por su evento del Evangelio, entonces empiece a servir. ¡Viva el Evangelio! ¡Estas son Buenas Nuevas, y la gente lo necesita! Empiece a compartir inmediatamente las Buenas Nuevas, al igual que los primeros discípulos de Jesús (Juan 1:40-16; Hechos 9:20). ¿Ha aprendido lo suficiente como para entrar en Cristo? Si es así, ya sabe bastante para contarles a otros cómo entrar en Cristo. Aunque sea joven en la fe, puede compartir lo que ha aprendido. Muchos otros en su cadena de influencia dependen de usted. Sin usted nunca aprenderían a obedecer el Evangelio.
El gran deseo de Jesús es que todos conozcan sus Buenas Nuevas. Deben conocer el Evangelio para ser salvos (Romanos 1:16; 10:13-14,17). Es por esto que dio los medios más poderosos para extender el Evangelio - cada uno que lo recibe, llegar a ser, con su ayuda, alguien que lo comparte.
1. 
[1 Juan 3:16] Cristo dio su vida por nosotros. Para que...

estemos agradecidos

perdonemos otros

demos nuestras vidas
2. 
[Marcos 16:15-16] "Predicar las Buenas Nuevas a toda..."

creación (cada criatura, cada persona)

los que le temen a Dios

naciones