God Has Spoken
Si Dios es espíritu y no carne y hueso, ¿cómo puede la Biblia hablar de sus manos, ojos, etc.?
Imagínese a un hombre en conversación con una hormiga. El hombre está tratando de explicarle cómo son las ciudades humanas. La hormiga nunca había visto nada tan enorme como la calle de una ciudad. Sin embargo, las hormigas tienen diminutos caminos y túneles en sus adrigueras. Por eso, el hombre establece un paralelismo entre las calles y los "caminitos". Se refiere a la ciudad como si fuera un hormiguero enorme.
De la misma manera, el Señor usa elementos que nos son familiares, para explicarnos aquellos que no lo son. No posee ojos, ni manos como los nuestros; pero usa esas imagines para comunicarse con nosotros.
Aunque él utiliza estas palabras tan adecuadas, todavía somos minísculos en comparación con él. Al igual que la hormiga con el hombre, habrá muchas cosas de Dios que escapen a nuestra comprensión. Aceptamos lo que el señor nos dice, con la confianza plena de que él conoce la mejor manera de comunicarnos asuntos que son muchísimo mayores que nosotros.