God Has Spoken
Durante todo el proceso de la creación, solamente una cosa se halló que no fuera "buena". Al principio, el hombre estaba solo (Génesis 1:2). Pero había una razón relacionada con el amor de Dios para esa soledad. Así, cuando llegaran la esposa y los hijos, el hombre los amaría más. Ante la necesidad de compañía, compañía para el hombre, Dios tomó una de sus costillas e hizo a la mujer. Ella se convirtió en su esposa, su amiga, su asistente (Génesis 2:18-25).
Dios hizo a cada uno como regalo viviente para el otro. Además de eso, les permitió compartir la capacidad de traer nueva vida al mundo. De la alegría de su unión vendrían los hijos. Haga una oración de agradecimiento a Dios la próxima vez que asista a una ceremonia matrimonial, y la próxima vez que sostenga a un recién nacido en sus brazos. Recuerde que es él quien nos da el regalo invaluable de la vida.
Como si todo esto no fuera suficiente, el Señor también nos brinda el hermoso presente de su amistad personal: a nuestros primeros padres los visitó y les habló en el Jardín del Edén, al atardecer (Génesis 3:8). El universo y la tierra son muchísimo más grandes que las pequeñas criaturas humanas. No obstante, el Señor escogió brindarles atención especial. Como el rey David, no nos queda más que maravillarnos ante este misterio: el amor de Dios para con los seres humanos.
"Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria? ¿Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles. Y lo coronaste de gloria y de honra" (Salmo 8:4-5).
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[Salmos 8:4-5] Dios coronó al hombre con...