TESTIGO PARA JESUS

LOS PRIMEROS SEGUIDORES DE JESUS SERIAN LOS TESTIGOS DE SU RESURECCION

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¿Cómo creería la gente en Cristo en los años posteriores?

"A través de su mensaje" (Juan 17:20).

Por las enseñanzas de los primeros discípulos, especialmente los apóstoles ("apóstol," como la palabra "embajador," se refiere a aquel que recibe una autoridad especial para comunicar el mensaje de su líder). Jesús les dio la misión de ser testigos, para testificar sobre su verdad (Lucas 24:48, Hechos 10:39-41). Al mandarlos al mundo, Jesús dijo:

Seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra (Hechos 1:8).

Además, en el tiempo en que esto se dijo (el primer capítulo de Hechos), uno de los doce discípulos se perdió. Judas traicionó a Jesús y luego se suicidó. Otro tenía que ser escogido para ocupar su lugar. La importancia de encontrar un testigo verdadero fue mostrada por las palabras de Simón Pedro:

Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo, con nosotros, de su resurrección (Hechos 1:21-22).

Sí, Jesús quería que los apóstoles estuvieran con Él para que pudieran ser verdaderos testigos. Estaban en el mejor lugar para ver y saber la verdad acerca de Jesús. Eran la clase de testigos que cualquier corte aceptaría. Eran gente humilde; tenían preguntas y dudas normales cuando por primera vez escucharon acerca de Jesús. Pero después, cuando vieron por sí mismos, las dudas y los temores desaparecieron. Los testigos eran varios, tenían diferente procedencia e intereses distintos. Como todo testigo, cada uno de ellos dio a conocer lo que sabía a su propia manera. Cada uno hablaba desde su punto de vista. Pero cuando comparaban sus testimonios, llegaban a un acuerdo. No había nada confuso ni escaso. Los apóstoles, y quienes estaban cerca de ellos, dieron un claro y completo testimonio. Se mantuvieron unidos y dieron el testimonio verídico. La recolección de sus escritos y cartas es llamada el Nuevo Testamento.